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Ofrecemos personalización de las lecciones
- 11 julio, 2018
- Posted by: Juan
- Category: Cultura

Al reconocer que las emociones juegan un importante papel en nuestras vidas, nuestra institución se compromete fielmente con la personalización y adecuación de la clase a según lo necesite el alumno, con el personal altamente preparado y las mejores disposiciones para ayudarles a concluir su curso de idiomas, escuela o colegio.
¿Nos afectan nuestras emociones en el estudio?
Tipos de Trastornos Emocionales en Niños, Adolescentes y Adultos
Trastorno depresivo mayor
Sintomatología y Diagnóstico
Para que pueda ser reconocido como trastorno depresivo mayor tienes que sentir al menos cinco de los síntomas de los que se describen a continuación y durante un periodo de duración de al menos dos semanas.
- Estado de ánimo depresivo la mayor parte del día.
- Disminución acusada del interés o de la capacidad para el placer en todas o casi todas las actividades incluso escolares, la mayor parte del día, casi cada día.
- Pérdida importante de peso sin hacer régimen o aumento de peso (p. ej., un cambio de más del 5 % del peso corporal en 1 mes), o pérdida o aumento del apetito casi cada día.
- Insomnio o hipersomnia casi cada día.
- Agitación o enlentecimiento psicomotores casi cada día (observable por los demás, no meras sensaciones de inquietud o de estar enlentecido).
- Fatiga o pérdida de energía casi cada día.
- Sentimientos de inutilidad o de culpa excesivos o inapropiados (que pueden ser delirantes) casi cada día (no los simples auto-reproches o culpabilidad por el hecho de estar enfermo).
- Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse, o indecisión, casi cada día (ya sea una atribución subjetiva o una observación ajena).
- Pensamientos recurrentes de muerte (no sólo temor a la muerte), ideación suicida recurrente sin un plan específico o una tentativa de suicidio o un plan específico para suicidarse.
La edad promedio de aparición de la depresión mayor suele estar alrededor de los 25 años de edad.
Trastorno bipolar
Sintomatología y diagnóstic0
El trastorno bipolar es la tendencia de los episodios maníacos a alternarse con episodios depresivos mayores en una vuelta de montaña rusa interminable que va desde la cima de la euforia a las profundidades de la desesperación.
Dentro del trastorno bipolar podemos distinguir: trastorno bipolar I y trastorno bipolar II. Ambos tipos son iguales, solo se diferencian en un aspecto del episodio maníaco.
La diferencia radica en que en el trastorno bipolar I se alternan episodios maniacos completos con episodios depresivos. En cambio, el bipolar II, se alternan episodios hipomaníacos (episodios maníacos más leves) y episodios depresivos.
Pese a esta diferenciación, ambos síntomas ocurren de la misma manera y deben cumplirse los siguientes criterios:
- Presencia de uno o más episodios depresivos mayores.
- Presencia de al menos un episodio maníaco (en el caso de Bipolar II).
- Presencia al menos de un episodio hipomaníaco (en el caso de Bipolar I).
Síntomas de un episodio maníaco e hipomaníaco
Además de un estado de ánimo irritable, anormal y expansivo, debe haber por lo menos tres de los siguientes síntomas:
- Aumento de la autoestima o grandiosidad .
- Lenguaje verborreico.
- Fuga de ideas, distracción.
- Agitación psicomotora.
- Realización excesiva de actividades placenteras.
En la hipomanía estos síntomas no son tan acusados.
La edad promedio de aparición del trastorno bipolar I suele ser a los 18 años de edad, y en cuanto al bipolar II, a los 22 años. No obstante, en ambos hay casos de inicio en la infancia.
Trastorno Ciclotímico
Sintomatología y diagnóstico
El trastorno ciclotímico es una versión más leve (aunque más crónica) del trastorno bipolar II.
Para ser diagnosticado de trastorno ciclotímico debes cumplir con la presencia, de al menos dos años, de los siguientes síntomas:
- Numerosos periodos de síntomas hipomaníacos.
- Numerosos periodos de síntomas depresivos que no cumplen los criterios para un episodio depresivo mayor.
Cerca de una tercera parte de los pacientes, las oscilaciones ciclotímicas del estado de ánimo se convierten en un trastorno bipolar completo.
Varios estudios coinciden en que la edad promedio de aparición de la ciclotimia es bastante temprana, entre los 12 y los 14 años de edad.
Causas de los trastornos emocionales
Herencia
Existe un mayor riesgo de padecer trastornos emocionales cuando hay antecedentes familiares de la enfermedad, lo que indica que se puede haber heredado una predisposición biológica.
Según estudios realizados, las personas con parientes con trastornos del estado de ánimo tienen entre 2 y 3 veces más probabilidades de desarrollar dicho trastorno (Gershon, 1990).
No obstante, la depresión grave también puede ocurrir en personas que no tienen ninguna historia familiar de la enfermedad.
Esto sugiere que hay factores adicionales que pueden causar la depresión, ya sean factores bioquímicos, o ambientales que producen estrés, y otros factores psicosociales.
Factores Bioquímicos
Se ha demostrado que la bioquímica del cerebro juega un papel significativo en los trastornos depresivos.
- Neurotransmisores: Las investigaciones dan cuenta de la asociación de bajos niveles de serotonina en las personas con depresión. La serotonina es un neurotransmisor cuya función principal es regular nuestras reacciones emocionales (somos más impulsivos y más inestables cuando los niveles de serotonina son bajos).
- Sistema endocrino: hay estudios que sugieren una relación entre la depresión y la hormona del cortisol. El cortisol se llama la hormona del estrés porque se eleva durante los sucesos de vida estresantes. Se ha podido ver que los niveles de cortisol del estrés se elevan en los pacientes deprimidos.
- Sueño y ritmos circadianos: los más significativo es que, en las personas deprimidas, hay un periodo significativamente más breve entre el momento de dormirse y el comienzo del sueño de movimientos oculares rápidos (MOR).
Los individuos deprimidos tienen reducido el sueño de ondas lentas, que es la parte más profunda y de mayor descanso del sueño.
Situaciones estresantes
Entre un 60% y un 80% del origen de los trastornos emocionales se atribuyen a experiencias psicológicas. El estrés y los traumas se encuentran entre las contribuciones más sorprendentes a la etiología de los trastornos psicológicos.
Al preguntar a los pacientes sobre acontecimientos significativos vividos antes de padecer la depresión, la mayoría informa haber perdido el trabajo, haberse divorciado, haber tenido un hijo, haber emprendido una carrera…
Esto no significa que el origen del trastorno emocional esté directamente relacionado con esta causa específica sino que, la persona ya tenía una vulnerabilidad a padecer depresión y esta situación estresante ha activado la depresión.
El origen de cualquier trastorno emocional tiene más que ver con un trauma o con relaciones significativas vividas como amenazantes. No obstante, son difíciles de conocer ya que a menudo la propia persona ha tapado esos recuerdos dolorosos.
Personalidad
Las personas con esquemas mentales negativos, baja autoestima, sensación de falta de control sobre las circunstancias de la vida y tendencia a la preocupación excesiva son más propensas a padecer de depresión.
La inferencia arbitraria y la sobre-generalización son dos errores cognitivos muy comunes en las personas depresivas. La inferencia arbitraria queda de manifiesto cuando un individuo destaca los aspectos negativos de una situación más que los positivos.
La sobre-generalización es un tipo de pensamiento que se caracteriza por la tendencia a sacar una conclusión general a partir de un acontecimiento puntual que nos haya sucedido y entorno al cuál, inconscientemente, creamos toda una filosofía de vida que resulta poco adaptativa.
Aparentemente, los patrones de pensamiento negativo típicamente se establecen en la niñez o adolescencia y van conformando a lo largo del tiempo un patrón de pensamiento depresivo.
Tratamiento de los Trastornos Emocionales
Farmacológico
- Antidepresivos
Hay tres tipos de medicamentos que se emplean para tratar la depresión: los antidepresivos tricíclicos, los inhibidores de monoaminooxidasa (MAO) y los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS).
Estos medicamentos funcionan incrementando en el cerebro la actividad y los niveles de ciertas sustancias químicas denominadas neurotransmisores, que ayudan a mejorar tu estado de ánimo.
Los diferentes tipos de fármacos tienen distintos modos de actuar en el cuerpo pero funcionan igualmente bien. Lo importante es que con la ayuda de tu médico encuentres el fármaco que mejores resultados tenga en tu organismo.
- Litio
El litio es una sal común presente en el ambiente natural. Se encuentra en el agua que bebemos, en cantidades muy reducidas como para tener un efecto muy importante.
El litio se usa como un fármaco regulador del estado de ánimo eficaz para la prevención y el tratamiento de los episodios maníacos del trastorno bipolar. Sin embargo, los efectos secundarios de las dosis terapéuticas son potencialmente más serios que los otros antidepresivos.
Los investigadores no están seguros cómo actúa el litio. Lo que sí han observado es que un 30 y un 60% de los pacientes bipolares responden muy bien al litio inicialmente, entre un 30 y un 50% manifiestan una respuesta parcial y entre un 10 y un 20% tienen una respuesta escasa.
Para una mayor eficacia de los trastornos bipolares se debe también recetar antidepresivos para controlar los episodios depresivos.
Los antipsicóticos como el Haloperidol son también empleados para el trastorno bipolar en pacientes que no han obtenido respuesta al litio.
- Psicoterapia
La psicoterapia ha demostrado su eficacia para tratar la depresión y en menor grado el trastorno bipolar (aunque necesario).
En el trastorno bipolar o en el ciclotímico, el tratamiento de elección es la combinación de fármacos con psicoterapia.
En el caso de la depresión y la distimia, la psicoterapia puede ser suficiente, exceptuando las formas más graves que sí es recomendable un tratamiento combinado con fármacos.
En un estudio realizado en Estados Unidos por el Consumer Reports sobre la eficacia de la terapia psicológica, el 54% consideraba que la terapia les había ayudado mucho y un 36% les había ayudado algo.
Un estudio parecido realizado en España, un 4,78 sobre 6 consideraron que el tratamiento fue eficaz, y un 4,59 sobre 6 que la terapia solucionó el motivo de su consulta.
- Terapia electro-convulsiva
Cuando alguien no responde a la medicación (o en casos muy graves), los clínicos pueden considerar la terapia electroconvulsiva.
Durante la terapia electroconvulsiva (TEC), la corriente eléctrica provoca una convulsión en el cerebro. Los médicos creen que la actividad convulsiva puede ayudar al cerebro a “reconectarse” a sí mismo, lo cual ayuda a aliviar los síntomas.
Es una práctica que ha recibido mucha polémica por los efectos secundarios, como pérdidas de memoria, que puede provocar. Por ello, sólo se aplica en casos
graves en los que no ha funcionado los demás tratamientos.
No obstante, en los últimos años se ha disminuido en forma considerable la dosis de electricidad empleada en el procedimiento. Esto ha reducido enormemente
los efectos secundarios de este procedimiento, incluida la pérdida de memoria.
- Fototerapia
La fototerapia ha probado su eficacia como un tratamiento adicional para para el trastorno afectivo estacional o depresión estacional. Esto es, una depresión que sólo tiene lugar en una estación del año y se da cada año en ese mismo periodo.
Normalmente la depresión estacional suele darse en invierno pero también puede darse en primavera o en verano. Para estas personas, sentarse durante 30 minutos al día en frente a una luz de una intensidad lumínica determinada les ayuda a tratar la depresión.
La terapia de luz regula el ciclo sueño-vigilia, activa la serotonina (neurotransmisor que regula el estado de ánimo) y suprime la melatonina, una sustancia química que reduce los efectos de la serotonina.